Fueron muchos años, 6 largos y divertidos años.
Llegado a un punto me vi obligada a abandonar mi pasión y a mis compañeras, todo debido a los estudios. No podía con todo y decidí irme.
Todos los días, cuando me sentaba y llegaban a las 7 y media los pies se movían solos, pero yo les decía que parasen, que no podía bailar BALLET, y tras esto llegaban las lágrimas por la añoranza. La añoranza a mi otra vida, la del mundo del baile.
El ballet significa mucho para mi, desde los 10 años llevo bailando, conociendo gente nueva y perdiendo a otras muchas personas, pero que, sin embargo, permanecerán en mi mente SIEMPRE.
Lo que más echo de menos son esas semanas llenas de nervios y de emoción antes de los festivales, y por supuesto el festival en sí mismo.
BAILAR PARA MI SIGNIFICA LIBERACIÓN :):)